jueves, 25 de abril de 2013

Hoy intentó hablarme de nuevo esa voz que produce reacciones ajenas a mi. Sólo lo siento porque me lo hace sentir, eso es lo único que siento. Quiere que lo sienta, más no lo siento. Una voz entonces ajena al criterio de mi sentir. Porque esas sensaciones son ajenas, son de ella, no mías. Lo sé porque la escucho y siento que me desconozco, seguramente lo que pase es que me escucha cuando me desconozco y conociéndole quiere que me reconozca, pero no soy otra sino esta, por eso no debo escucharla. No es sino a mi a quién debo conocer para reconocerme. Hablarme para saber escucharme. Al final, debo ser por mí, no por ambas. Quizá la persona que formuló por primera vez la frase "aquí no cabemos tu y yo" se la estaba también diciendo a sí mismo.

(texto en construcción..)

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