miércoles, 29 de mayo de 2013

Gauss me volvió a encontrar.

Canjeé un libro por un par a cambio, y dejé uno que no pensé querer tanto. Ahora seguiría desvelándome leyéndolo, pero no, no tengo libro y me desvelo encontrándolo como puedo.

Creo que empezó todo con un video del príncipe del rap, Will Smith, muy motivador. Unos minutos de fragmentos de entrevistas grabadas altamente direccionadas a sembrar esperanza - y seguro no sólo en mi lo logró -, del cual devinieron muchos más clics hasta llegar a Gauss, el príncipe de las matemáticas.

Pensé en el átomo, la manera en que no se separaba la carga positiva de los portones con la carga neutra de los neutrones, así como la negativa en la capa de los electrones debido a la fuerza electromagnética que es la interacción que ocurre entre las partículas con carga eléctrica. Me repetí la palabra eléctrica, quedándome con una sensación de energía superior y seguí leyendo hasta encontrarme con un potencial escalar, Phi (Φ).

De ahí al número áureo, las estructuras, la isometría, los fractales, la Divina Proporción...

Si se divide cada numero de la sucesión por el numero anterior se encontrara que se acerca al numero φ (a mayores números de la sucesión la proporción se acercara al numero φ). El limite de la proporción se aproxima al numero de oro. Esta es la propiedad mas significativa de la sucesión.


No hay manera de combinar dos cosas sin una tercera
Haciendo visible lo invisible













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